Nos
propusimos exponer que el gasto cardíaco es la cantidad de sangre bombeada
cada minuto por cada ventrículo, de esta manera realizando la circulación mayor
o sistémica y circulación pulmonar.
Cabe
desacar que el gasto cardíaco está comprendido entre los 5-6 litros/min aunque
esta puede variar dependiendo si la persona se encuentra en reposo o realiza
alguna actividad física. Los individuos promedios presentan una reserva de 4 a
5 veces su gasto cardíaco en estado de reposo, y se resalta que los atletas
pueden presentar una reserva cardíaca de 7 a 8 litros en reposo y 21 litros en movimiento.
En
cuanto al mecanismo de Frank-Starling, es la capacidad intrínseca del corazón
de adaptarse a volúmenes crecientes del flujo sanguíneo de entrada. En pocas
palabras, nivela el gasto de los ventrículos y mantiene el mismo volumen de
sangre circulando por las circulaciones pulmonar y sistémica. Esta ley es
utilizada y adaptada en una de las maneras intrínsecas de regulación del gasto cardíaco,
la precarga. Así como a su vez, el retorno venoso influye directa e
importantemente en la conclusión del gasto cardíaco, ya que cuando obtenemos
mayor volumen de sangre venosa, habrá próximamente una mayor eyección en la
siguiente adaptación o efecto, la poscarga.
La
contracción del musculo varía directamente del volumen de sangre recibido, ya
que cuando un corazón en diástole aumenta su presión, ejerce con más fuerza su
contracción o efecto inotrópico.
En
reposo la descarga sistólica es el 50-60% del volumen del fin de la diastólica,
debido a que un 40-50% de la sangre permanece en los ventrículos luego de cada
contracción. Se puede destacar los tres factores que regulan el volumen
sistólico para que llegue el mismo volumen de sangre a cada ventrículo. Entre
estos se encuentra la precarga (trata del grado de estiramiento del corazón
antes de que comience a contraerse), la
contractilidad (es la fuerza de contracción de las fibras musculares
ventriculares individuales) y la poscarga (presión ventricular que debe ser
superada ante la presión arterial de la aorta y la arteria pulmonar para la
abertura de las válvulas semilunares).
Cabe
mencionar que la frecuencia cardíaca está regulada por factores de naturaleza
nerviosa y hormonal, también el sistema nervioso autónomo mediante sus dos divisiones,
simpático y parasimpático. Donde los impulsos nerviosos parasimpáticos llegan
al corazón por los nervios vagos derecho e izquierdo, y que mediante los axones
vágales se liberan acetilcolina, reduciendo la frecuencia cardíaca mediante la
disminución de la frecuencia de despolarización espontanea en las fibras
automáticas. Mientras que el sistema simpático
presenta su estimulación en situaciones de estrés o intenso ejercicio
físico dando como resultado aumento de la frecuencia cardíaca, a su vez
causando taquicardia. La concentración de Calcio (Ca++), Sodio (Na) y Potasio
(K) extracelular juegan un papel importante sobre la frecuencia, ya que es una
manera natural del miocardio de producir un ciclo cardíaco adecuado o normal.
Mientras más consumo de Ca++, Na y K, mayor gasto cardíaco.
Hay
que destacar que el bulbo raquídeo es el principal sitio de regulación nerviosa
de la actividad cardíaca, por medio del centro cardiovascular recibe aferencias
desde la corteza cerebral, sistema límbico, propioceptores, barorreceptores y
quimiorreceptores, y así regula directamente la frecuencia cardíaca con ayuda
de otros factores, como los factores químicos/hormonales y factores como la
edad, el ejercicio y la temperatura corporal.
A medida que el
corazón se torna insuficiente, el paciente pierde la capacidad de realizar
ejercicio, o hasta incluso tareas cotidianas. Por ello, es recomendable
mantener un estilo de vida saludable, para que el gasto cardíaco cotidiano sea
normal y no se mantenga con patologías reguladoras de corazones hipereficaces e
hipoeficaces, provocando el mal uso del corazón y por ende, un gasto cardíaco
forzado e ineficiente o insuficiente.